Mientras más te busco, más me pierdo. Ya voy sonriendo de menos, por quererte de más.
Que me acuerdo hasta de tus madrugones, pero ya he roto el despertador.
Y ahora los buenos días me saben a puñales.
No trates de irte ahora, ya tenía hechas mis maletas pero no importó.
Quieres decirme qué cojones hago si no tengo ni puta idea de cómo va esto.
He perdido la cuenta de las veces que he caído. Aunque sé todas las veces que has sido el tren que pasa por mi (v)ida.
Lo que más duele es que ya no son tus ojos fríos los que me llaman.
Pero hoy seré tu llaga más profunda, amor.